lunes, 23 de mayo de 2016

Una historia sin respuesta...

Esta es la historia de un grupo de jóvenes excursionistas que estaban acampando en “ los altos de chía”, buscaban alejarse de la ciudad y divertirse un poco; iban en medio del bosque cuando notan que ya había empezado a oscurecer, entonces se preguntaron que iban a comer, lo que llevaban no era suficiente para todos; así que dos de ellos decidieron ir a pedir algo de comer a una casa cercana que habían visto en el camino mientras los otros armaban las carpas y la fogata; cuando iban de camino a dicha casa se encontraron con un grupo de jóvenes que estaba acampando también, entonces decidieron hablar con ellos un poco, les comentaron que iban hacia una casa cercana en busca de comida, los jóvenes les ofrecieron algo de lo que ellos estaban comiendo, al verlo tan apetitoso decidieron recibirlo, de regreso los dos jóvenes se preguntaron si estaba bien recibir comida de un extraño pero su deseo de comer era más grande que la razón, así que decidieron no decirles nada a sus compañeros al respecto porque sabían que ellos se molestarían. Al llegar de nuevo al campamento con sus compañeros notaron que la fogata y las carpas ya estaban armadas, sus compañeros se alegraron al verlos llegar bien y con comida en sus manos, hace horas se habían ido. Todos estaban entusiasmados de poder comer lo que ellos habían traído, así que empezaron a servir rápidamente; comieron y todos quedaron muy satisfechos. Al pasar unas horas uno de ellos se empezó a sentir mal y notó que tenía unas manchas rojas en la piel, al decir eso todos notaron lo mismo, pensaron que tal vez había sido algo del bosque, así que decidieron acostarse y no le dieron mayor importancia. En la madrugada uno de ellos escucho algo raro y decidió salir a ver que era, pero aún era oscuro, no podía ver nada, decidió sacar su lámpara para iluminar el espacio, al salir no vio nada fuera de lo normal, cuando entro de nuevo en la carpa noto que su compañero estaba totalmente rojo, llamo a los demás para que lo ayudaran pero ninguno de ellos respondió, así que abrió las otras tiendas y noto que faltaba uno de ellos, decidió salir a buscarlo y solo llevo consigo una pequeña cámara para poder registrar todo lo que veía porque él sabía que algo raro estaba pasando. A los días los padres de estos jóvenes campistas manifestaron ante las autoridades su gran preocupación por sus hijos ya que no habían tenido comunicación con ellos por días; las autoridades al ver su gran preocupación decidieron ir en busca de los jóvenes pero lo único que lograron encontrar fueron sus tiendas abiertas, una fogata tibia y una pequeña cámara a metros del lugar de campamento. Tanto las autoridades como los padres estaban muy interesados en saber que se encontraría en esa pequeña cámara, esperaban ver algún indicio pero lo único que encontraron fueron unas fotos de todos los jóvenes felices comiendo, un pequeño audio que fue grabado por accidente en el cual se escuchaban las voces de los jóvenes que noches atrás habían ido a buscar comida, diciendo como les mentirían a sus compañeros sobre la procedencia de dichos alimentos y unas fotos que hasta el día de hoy no se han podido identificar o aclarar. Las autoridades al ver todo esto decidieron rápidamente ir a buscar al grupo de jóvenes que les dieron estos alimentos, pero fue imposible encontrar algún rastro sobre ellos. Hasta el día de hoy se desconoce el paradero de estos jóvenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario